Tomás, el nene de cinco años con síndrome de Down a quien dos firmas de medicina prepaga le habían negado cobertura médica, consiguió finalmente obra social. Eso sí, no porque se le reconociera explícitamente ese derecho, sino sólo porque su papá recuperó el empleo y ahora la familia cuenta con seguro de salud. Su mamá, Alicia Kosinski, recordó ayer que incluso después de que este diario diera a conocer la situación discriminatoria que se ejercía sobre el chiquito hubo otra firma de medicina privada que volvió a negarse a afiliarlo alegando, sin medias tintas, esa alteración genética.
Después de que Alicia denunció públicamente lo que aparecía como un mero "acto de discriminación", su muro de Facebook colapsó por la cantidad de mensajes que llegaron. No tanto para expresar su solidaridad, sino para contarle infinidad de situaciones similares.
"Los padres de chicos que viven esta situación necesitan compartir su sufrimiento con otros padres", sentenció Alicia, quien se comprometió a "seguir dando pelea" colectivamente para que estos casos dejen de ser mayoría.
En cuanto a Tomás, ahora sí tiene obra social, la del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (Sutiaga), ya que su papá consiguió trabajo y está regsitrado en blanco.
Aun así, la mujer se encargó de recordar que ese mismo seguro había rechazado antes al nene como adherente, que también lo había hecho AMR Salud, la prepaga del Hospital Español, y que volvió a hacerlo, "incluso después de la nota", el Centro Médico Ipam. Siempre con el mismo argumento: que el nene tiene síndrome de Down.
De todos modos, Alicia agradeció al concejal Jorge Boasso por haber presentado un proyecto para que el cuerpo exprese su "preocupación" por la situación y a la vez fomente el cumplimiento de la ley 26.682 (que establece el marco regulatorio de la medicina prepaga e impide las limitaciones por enfermedades preexistentes).
Letra muerta
La Asociación para la Inclusión de Personas con Síndrome de Down de Rosario (Aisdro) remarcó que hace más de una década viene denunciando casos similares a los de Tomás. La entidad subrayó que aunque la ley ampara a las personas con síndrome de Down, en la práctica las prepagas suelen transgredir las normas.
Fuente:
http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2011/8/edicion_1005/contenidos/noticia_5313.html
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